La cerveza nos ha acompañado a lo largo de la historia, creando una red interconectada de sabores y tradiciones. Un hito crucial en este viaje cervecero ocurrió el 11 de noviembre de 1842 en Pilsen, República Checa, durante una celebración de St. Martin. Aquella noche marcó el nacimiento de la Cerveza Lager tipo Pilsen (Cerveza Pilsen), hoy en día la cerveza más vendida del mundo.
La Revolución de la Cerveza Pilsen
Pero para que esto ocurriera tuvieron que pasar varias cosas que lograrían confluir en aquel día:
– Los ingleses debían aprender y especializarse en producir maltas pálidas y sin notas ahumadas: gracias a la aplicación de calor indirecto, i.e. uso del coque en lugar de madera a partir del año 1642.
– Luego se debía inventar y comercializar la máquina de vapor (también en Inglaterra hacia mediados del siglo XVIII), lo que llevaría a incrementar capacidades de producción y que la capilaridad en la distribución se multiplicara radicalmente.
– Los ingleses debían aprender y especializarse en producir maltas pálidas y sin notas ahumadas: gracias a la aplicación de calor indirecto, i.e. uso del coque en lugar de madera a partir del año 1642.
– Luego se debía inventar y comercializar la máquina de vapor (también en Inglaterra hacia mediados del siglo XVIII), lo que llevaría a incrementar capacidades de producción y que la capilaridad en la distribución se multiplicara radicalmente.
Pilsen: Calidad y Originalidad
Ya aquí la mesa está prácticamente servida. Entonces, a principios del siglo XIX la cerveza local de Pilsen, en República Checa, no destacaba por su calidad, de hecho, en las tabernas cada vez era más fácil conseguir cerveza de Bavaria, la cual ofrecía mejor calidad y mejor precio.
Esto llevó a los ciudadanos, junto con el gobierno local, a construir una maltería y fábrica cerca de la plaza central, al lado de uno de sus ríos, el Radbuza, que se estrenaría en el año 1842.
¿Y qué ocurrió en particular que no había sucedido antes?
– Tendrían disponibilidad de agua suave, ¡Pura suerte! (lo que marcaría una diferencia en la nueva lager pálida: más limpias, ligeras y con un amargo más fino).
– Un terreno de arenisca donde poder hacer bodegas bajo tierra para fermentar, almacenar y madurar en frío.
– Contrataron un cervecero de Bavaria quien ya sabía maltear dejando un grano pálido y sin notas ahumadas (¡Gracias Inglaterra!) (aquí también nacería la malta Pilsen) y quien además se traería levadura lager (¡Gracias Alemania!).
– Se usaría lúpulo local, el cual ofrecía un aroma y amargo característico.
¡Tarán! Bienvenida Pilsen al planeta tierra.
Si seguimos tirando del hilo podemos ir al uso del lúpulo en la cerveza, a la especialización de los procesos, a la ley de pureza alemana, al papel de la iglesia en toda esta historia, incluso poco a poco llegaríamos a los sumerios. Por hoy, lo dejamos hasta aquí y a continuación te dejamos un vídeo de YouTube que resume esta divertida historia.